1) Queridos hermanos de las parroquias y de la Pastoral Vocacional:
Con gran alegría y gozo nos volvemos a encontrar a través de este medio en el marco de la Clausura del Año Sacerdotal. El pasado 11 de junio, en la solemnidad del Sdo. Corazón el Papa Benedicto XVI, ha pronunciado una homilía hermosísima ante cientos de sacerdotes llegados de todo el mundo para la ocasión. Aquí transcribimos algún pasaje: “El sacerdote no es simplemente alguien que detenta un oficio, como aquellos que toda sociedad necesita para que puedan cumplirse en ella ciertas funciones. Por el contrario, el sacerdote hace lo que ningún ser humano puede hacer por sí mismo: pronunciar en nombre de Cristo la palabra de absolución de nuestros pecados, cambiando así, a partir de Dios, la situación de nuestra vida. Pronuncia sobre las ofrendas del pan y el vino las palabras de acción de gracias de Cristo, que son palabras de transustanciación, palabras que lo hacen presente a Él mismo, el Resucitado, su Cuerpo y su Sangre, transformando así los elementos del mundo; son palabras que abren el mundo a Dios y lo unen a Él. Por tanto, el sacerdocio no es un simple «oficio», sino un sacramento: Dios se vale de un hombre con sus limitaciones para estar, a través de él, presente entre los hombres y actuar en su favor. Esta audacia de Dios, que se abandona en las manos de seres humanos; que, aún conociendo nuestras debilidades, considera a los hombres capaces de actuar y presentarse en su lugar, esta audacia de Dios es realmente la mayor grandeza que se oculta en la palabra «sacerdocio»”. ¡¡Que importante es saber agradecer a Dios su “audacia” al confiarse en los sacerdotes!! ¡¡Qué bueno es unirnos como fieles laicos en la gratitud a Dios que surge espontáneamente de la reflexión de las palabras de nuestro querido Papa!!
En nuestra arquidiócesis la comunión con la Iglesia en el mundo, estuvo asociada con la ordenación sacerdotal de los diáconos Darío Lambertucci y Javier Pussetto, el mismo día del Sdo. Corazón. Damos gracias a Dios porque su Hijo Jesús eligió a estos dos jóvenes de la pquia. San Pedro de Cañada de Gómez y de la basílica San José (Rosario) respectivamente, donde con gran alegría ellos mismos acompañados de sus fliares. y amigos pronunciaron por vez primera las palabras de Jesús sobre el pan y el vino, como lo decía el Papa en su homilía, al celebrar sus primeras misas. Fraternalmente, nos despedimos hasta el próximo encuentro!!
P. David Rogani
2) ¡NOTICIAS!
- Segundo Congreso Latinoamericano de Vocaciones: recordamos que se celebrará el próximo año, del 31 de enero al 5 de febrero, en Cartago, Costa Rica. Los delegados de la Pastoral Vocacional de las distintas diócesis del país se reunirán en Buenos Aires para reflexionar
. a dicho encuentro. Se retoma de esta manera el camino trazado a partir del encuentro que se celebró el año anterior también en la capital. En esta nueva oportunidad, dicha instancia será presidida por Mons. Daniel Fernández., obispo auxiliar de Paraná, quien es delegado de la C.E.MIN. para esta Pastoral. Pidamos a Dios por los frutos de este encuentro, que tendrá lugar el 6 de julio. Por nuestra Arquidiócesis, participará el P. David
-En este mes de junio, mes del Sagrado Corazón, se celebró la Clausura del Año Sacerdotal que había iniciado nuestro Papa Benedicto XVI. En un marco de gran alegría, se dieron cita en Roma muchos sacerdotes que se unieron a la acción de gracias a Dios por este inestimable don. ¡Allí se observó el gran afecto que tienen los sacerdotes por nuestro Papa, quien se mostró visiblemente emocionado!
En nuestra Arquidiócesis la “Jornada de Santificación del Clero” prevista para el día 17 se pasó para el jueves 24,en la Casa de Zavalla. Renovemos entonces la ocasión para pedir humilde e insistentemente a Dios por la santidad de nuestros sacerdotes.
3) PARA REFLEXIONAR EN NUESTRAS COMUNIDADES
· La vocación es una llamada y una gracia. En nosotros no se da la posibilidad de inspirarla y hacerla surgir. La iniciativa es de Dios. Es necesario rezar y trabajar, acoger y agradecer, aunque sólo sea por una sola vocación.
· La vocación es un camino estrechamente unido a la maduración en la fe, en un diálogo con Dios que dura toda la vida. Ésta es la condición fundamental para que surja la vocación y para desarrollar la vida cristiana en todas sus dimensiones.
· Todos y cada uno experimentamos esta llamada, porque Dios tiene un proyecto para cada persona. Es necesario que todos nos hagamos conscientes de ello. A nosotros nos toca ayudar a que cada uno descubra su propia vocación con un itinerario apropiado.
· Es necesario un trabajo directo y explícito por las vocaciones de especial consagración o servicio. No podemos creer que surgen espontáneamente. No se puede caer en una pastoral vocacional genérica.
· Toda comunidad y cada persona en ella debe estar profundamente implicada en el descubrimiento y ayuda a las vocaciones. No podemos caer en posturas equivocadas, como pueden ser aquellas en las que se renuncia a proponer a los jóvenes formas de vida cristiana exigentes y de seguimiento radical de Cristo.
· Los jóvenes sienten la necesidad de una experiencia directa y de contacto con las realidades de contenido vocacional. Nuestras parroquias, escuelas, colegios, deben constituirse como comunidades donde se experimentan ministerios al servicio de una misión y se ayude a un encuentro con Jesús.
· Se debe comenzar con una catequesis vocacional a fondo ya en la niñez y en la adolescencia. Y no se puede abandonar este trabajo cuando los jóvenes entran en la universidad o en lugares parecidos. El acompañamiento debe ser consistente en lo que se refiere a la fe y a la práctica cristiana: presentar a Cristo como Camino del hombre, invitar al seguimiento, cultivar el primado del Espíritu, favorecer el radicalismo evangélico, ofrecer la dirección espiritual.
· La referencia a un ámbito comunitario es indispensable. Nadie tiene vocación en soledad y en aislamiento. La comunidad es el marco donde espontáneamente surgen nuevas vocaciones. Se sigue el criterio de "Ven y verás".( cfr. Jn. 1,46)
· En muchos casos es necesaria la invitación explícita. El ambiente social no sugiere una vocación de especial consagración. Será siempre la seducción de Cristo la que determine otra orientación de vida. Los discípulos se sintieron seducidos por Jesús, pero para captar que podían seguirle tuvieron que escuchar la invitación: "Sígueme".
Nos recuerda el documento de Aparecida en su nº 314 que “en lo que se refiere a la formación de los discípulos y misioneros de Cristo ocupa un puesto particular la pastoral vocacional, que acompaña cuidadosamente a todos los que el Señor llama a servirle en la Iglesia a través del sacerdocio, de la vida consagrada o del estado laical. La pastoral vocacional, que es responsabilidad de todo el pueblo de Dios comienza en la familia y continúa en la comunidad cristiana, debe dirigirse a los niños y especialmente a los jóvenes para ayudarlos a descubrir el sentido de la vida y el proyecto que Dios tenga para cada uno, acompañándolos en su proceso de discernimiento…”
4) Seguimos invitando a los que quieran participar de otra área del trabajo vocacional. Dios mediante, el próximo martes 27 de julio se realizará la tercera reunión del Área Promoción, a las 20:00 hs, en la Capilla Niño Dios. Estamos avanzando en algo tan importante como es la consecución de fondos para distintas actividades y lo referente a saludos a los sacerdotes con ocasión de sus aniversarios de ordenación. ¡¡Seguimos tratando de sumar nuevas ayudas!! ¡¡Están invitados!! ¡¡Es una hermosa y grave responsabilidad!! ¡¡Los esperamos!
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