Queridos hermanos de las parroquias y de la Pastoral Vocacional:
“Tanto en vida como en muerte somos del Señor. Para esto Cristo murió y retornó a la vida…” (cfr. Rm 14, 8-9)
¡Somos del Señor! ¡Esa es la Buena Noticia de cada celebración de la Pascua! Por eso, la alegría debe ser espontánea al considerar cuán valioso somos para el Padre: para Él valemos la sangre de su Hijo. ¡Es el precio incalculable de nuestra salvación!
Y también son del Señor las nuevas vocaciones que hicieron su ingreso al Seminario. Más allá de su perseverancia hasta ser ordenados (¡recemos por esa perseverancia!) y más allá de la claridad de sus convicciones estamos seguros de que el Señor sigue llamando y les irá mostrando, a través del tiempo, su plan definitivo y cierto sobre ellos. Y como los obreros son pocos de aquí surge nuestra misión: rezar para que escuchen, para que escuchando respondan, para que respondiendo se entreguen y así también se cumplan en ellos, la cita del comienzo: “¡Somos del Señor!” ¡Sean ellos del Señor!
Comparto con ustedes la nómina de los que el 28 de febrero ingresaron al Seminario Menor:
A 1º año:
Ezequiel Bled (12) de la pquia. Ntra. Sra. del Rosario de Arequito;
Yair Moramarco (12) de la pquia. Ntra. Sra. de Fátima de Rosario;
Damián Galarza (12) de la pquia. Ntra. Sra. de Fátima de Rosario;
Ever Gabriel Gómez (12) de la pquia. Ntra. Sra. del Carmen de Pujato;
Santiago Dermasse Lalli (12) de la pquia. Ntra. Sra. de Luján de Villa Constitución;
Francisco Alegre (12) de la pquia. San Enrique de Villa Gobernador Gálvez;
Francisco Salinas (12) de la pquia. Ntra. Sra. de Fátima de Rosario;
Nicolás Correa (13) de la pquia. San José Obrero de Cap. Bermúdez;
Emanuel Cartazzo (12) de la pquia. Ntra. Sra. del Carmen de Funes.
A 2º año:
Axel Girola (13) de la pquia. San Antonio de San Lorenzo;
David Aguilar (13) de la Capilla Santiago Apóstol (Pquia. Ntra. Sra. de Guadalupe, Rosario);
Joaquín Fernández (14) de la pquia. San José Obrero de Cap. Bermúdez.
A 3º año:
Fernando Calamante (14) de la pquia. Ntra. Sra. de Luján de Villa Constitución;
Juan José Pera (14) de la pquia. Ntra. Sra. de Luján de Villa Constitución;
Facundo Lugo (15) de la pquia. Santa Rita de Ibarlucea
Y aquí están los que el 14 de marzo ingresaron al Curso Introductorio. Estos, Dios mediante, en el 2011 comenzarán la formación en el Seminario Mayor:
Federico Maoloni (22) de la pquia. La Asunción de Arroyo Seco;
Nicolás Borelli (23) de la pquia. Ntra. Sra. de Guadalupe de Pueblo Ester;
Elías García (25) de la pquia. Ntra. Sra. de Luján de Fray Luis Beltrán;
Lucas Carranza (28) de la pquia. Ntra. Sra. de Luján de Fray Luis Beltrán;
David Populín (30) de la pquia. San Antonio de San Lorenzo;
Juan Bautista Roca (61) de la pquia. Medalla Milagrosa de Rosario.
A ellos se suman otros tres jóvenes de las diócesis de Venado Tuerto y San Nicolás.
Aprovechamos esta ocasión que nos ofrece el boletín para agradecer a los párrocos y comunidades parroquiales de origen de estos nuevos seminaristas e introductoristas. A la vez agradecemos a Dios porque en su misericordia ha escuchado nuestras oraciones. De modo muy particular saludamos a las familias de los adolescentes y jóvenes, ya que han sido muy generosas al acompañar esta entrada al Seminario y ofrecer a Dios sus hijos.
Invitamos a todos a celebrar la clausura de este Año Jubilar Arquidiocesano con ocasión de la Pascua en la Iglesia Catedral junto a nuestro Arzobispo. Él mismo invita a todos a la Misa Crismal, este año, adornada con la celebración del Año Sacerdotal, acontecimiento tan querido para nuestra pastoral.
Padre David Rogani
Fragmentos del Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones
Queridos hermanos y hermanas:
La 47 Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que se celebrará en el IV domingo de Pascua, domingo del "Buen Pastor", el 25 de abril de 2010, me ofrece la oportunidad de proponer a vuestra reflexión un tema en sintonía con el Año Sacerdotal: El testimonio suscita vocaciones. La fecundidad de la propuesta vocacional, en efecto, depende primariamente de la acción gratuita de Dios, pero, como confirma la experiencia pastoral, está favorecida también por la cualidad y la riqueza del testimonio personal y comunitario de cuantos han respondido ya a la llamada del Señor en el ministerio sacerdotal y en la vida consagrada, puesto que su testimonio puede suscitar en otros el deseo de corresponder con generosidad a la llamada de Cristo. Este tema está, pues, estrechamente unido a la vida y a la misión de los sacerdotes y de los consagrados. Por tanto, quisiera invitar a todos los que el Señor ha llamado a trabajar en su viña a renovar su fiel respuesta, sobre todo en este Año Sacerdotal, que he convocado con ocasión del 150 aniversario de la muerte de san Juan María Vianney, el Cura de Ars, modelo siempre actual de presbítero y de párroco…
…Juan Bautista, con una vida enteramente entregada a preparar el camino a Cristo, da testimonio de que en el Hijo de María de Nazaret se cumplen las promesas de Dios. Cuando lo ve acercarse al río Jordán, donde estaba bautizando, lo muestra a sus discípulos como "el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Jn 1, 29). Su testimonio es tan fecundo, que dos de sus discípulos "oyéndole decir esto, siguieron a Jesús" (Jn 1, 37)…
…También la vocación de Pedro, según escribe el evangelista Juan, pasa a través del testimonio de su hermano Andrés, el cual, después de haber encontrado al Maestro y haber respondido a la invitación de permanecer con Él, siente la necesidad de comunicarle inmediatamente lo que ha descubierto en su "permanecer" con el Señor: "Hemos encontrado al Mesías -que quiere decir Cristo- y lo llevó a Jesús" (Jn 1, 41-42). Lo mismo sucede con Natanael, Bartolomé, gracias al testimonio de otro discípulo, Felipe, el cual comunica con alegría su gran descubrimiento: "Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés, en el libro de la ley, y del que hablaron los Profetas: es Jesús, el hijo de José, el de Nazaret" (Jn 1, 45). La iniciativa libre y gratuita de Dios encuentra e interpela la responsabilidad humana de cuantos acogen su invitación para convertirse con su propio testimonio en instrumentos de la llamada divina. Esto acontece también hoy en la Iglesia: Dios se sirve del testimonio de los sacerdotes, fieles a su misión, para suscitar nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas al servicio del Pueblo de Dios. Por esta razón deseo señalar tres aspectos de la vida del presbítero, que considero esenciales para un testimonio sacerdotal eficaz…
…Elemento fundamental y reconocible de toda vocación al sacerdocio y a la vida consagrada es la amistad con Cristo. Jesús vivía en constante unión con el Padre, y esto era lo que suscitaba en los discípulos el deseo de vivir la misma experiencia, aprendiendo de Él la comunión y el diálogo incesante con Dios. Si el sacerdote es el "hombre de Dios", que pertenece a Dios y que ayuda a conocerlo y amarlo, no puede dejar de cultivar una profunda intimidad con Él, permanecer en su amor, dedicando tiempo a la escucha de su Palabra. La oración es el primer testimonio que suscita vocaciones…
Otro aspecto de la consagración sacerdotal y de la vida religiosa es el don total de sí mismo a Dios(…) Siguiendo a Jesús, quien ha sido llamado a la vida de especial consagración debe esforzarse en dar testimonio del don total de sí mismo a Dios. De ahí brota la capacidad de darse luego a los que la Providencia le confíe en el ministerio pastoral, con entrega plena, continua y fiel, y con la alegría de hacerse compañero de camino de tantos hermanos, para que se abran al encuentro con Cristo y su Palabra se convierta en luz en su sendero. La historia de cada vocación va unida casi siempre con el testimonio de un sacerdote que vive con alegría el don de sí mismo a los hermanos por el Reino de los Cielos. Y esto porque la cercanía y la palabra de un sacerdote son capaces de suscitar interrogantes y conducir a decisiones incluso definitivas (cf. JUAN PABLO II Pastores dabo vobis, 39).
En julio de 2005, tuve la oportunidad de decir que si los jóvenes ven sacerdotes muy aislados y tristes, no se sienten animados a seguir su ejemplo. Se sienten indecisos cuando se les hace creer que ése es el futuro de un sacerdote. En cambio, es importante llevar una vida indivisa, que muestre la belleza de ser sacerdote. Entonces, el joven dirá: "Sí, este puede ser un futuro también para mí, así se puede vivir"(…) Se podría decir que las vocaciones sacerdotales nacen del contacto con los sacerdotes, casi como un patrimonio precioso comunicado con la palabra, el ejemplo y la vida entera.
… Todo presbítero, todo consagrado y toda consagrada, fieles a su vocación, transmiten la alegría de servir a Cristo, e invitan a todos los cristianos a responder a la llamada universal a la santidad. Por tanto, para promover las vocaciones específicas al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa, para hacer más vigoroso e incisivo el anuncio vocacional, es indispensable el ejemplo de todos los que ya han dicho su "sí" a Dios y al proyecto de vida que Él tiene sobre cada uno. El testimonio personal, hecho de elecciones existenciales y concretas, animará a los jóvenes a tomar decisiones comprometidas que determinen su futuro.
Recordamos que la Colecta del 25 de abril, “Jornada mundial de oración por las Vocaciones”, se realizará en todas las parroquias a favor del Seminario. Los sobres para la misma se pueden retirar en el obispado.
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