PASTORAL VOCACIONAL: AÑO 2011

ESTE AÑO QUEREMOS FORMAR UNA GRAN COMUNIDAD QUE TRABAJE POR LAS VOCACIONES. SI TE INTERESA, ESTES DONDE ESTES EN ESTE MUNDO.
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"Las vocaciones existen; lo que hay que hacer es despertarlas"
Juan Pablo II

SUBSIDIOS FORMATIVOS, REFLEXIONES Y ORACIONES.

1: CUADERNO DE ORACIONES. PARA SACERDOTES Y LAICOS. ADORACION EUCARISTICA, ORACIONES,ENSEÑANZAS DE SAN JUAN MARIA VIANNEY, JACULATORIAS, Y MUCHO MAS...
COMPILADO POR EL P. DAVID ROGANI
PARTE 1 PARTE 2

2: CAMINANDO HACIA UNA CULTURA VOCACIONAL.
TEXTO.

3: ME ESTA LLAMANDO DIOS???
SUBSIDIO PARA PENSARLO.

4: CATECISMO VOCACIONAL. NOCIONES BASICAS SOBRE LAS VOCACIONES Y LA PASTORAL VOCACIONAL. PUBLICADO POR EL CENTRO VOCACIONAL DE MONTERREY.
TEXTO

5: HISTORIA DEL SEMINARIO ARQUIDIOCESANO. BREVE RESUMEN DE SUS HECHOS MAS SIGNIFICATIVOS:

jueves, 19 de agosto de 2010

Boletin Agosto 2010



Queridos hermanos de las parroquias y de la Pastoral Vocacional:

¡Saludamos a todos nuevamente, a través de nuestro Boletín mensual implorando la paz de Dios sobre todos ustedes!

Hace poco, el día 20 de junio, el Papa Benedicto XVI al ordenar a 14 sacerdotes para la diócesis de Roma, dijo en un pasaje de su homilía que el sacerdote “en la oración está llamado a redescubrir el rostro siempre nuevo del Señor y el contenido más auténtico de su misión. Solamente quien tiene una relación íntima con el Señor es aferrado por Él, puede llevarlo a los demás, puede ser enviado. Se trata de un «permanecer con Él» que debe acompañar siempre el ejercicio del ministerio sacerdotal; debe ser su parte central, también y sobre todo en los momentos difíciles, cuando parece que las «cosas que hay que hacer» deben tener la prioridad. Donde estemos, en cualquier cosa que hagamos, debemos «permanecer siempre con Él».

¡¡Que importante en esta época de apuros y activismos reflexionar con nuestro amadísimo Papa lo que hace a la misión de los sacerdotes!! Es por eso que queremos visitar a los seminaristas en la casa que los cobija durante los años que se preparan para ser ordenados, donde van alimentando día a día ese permanecer con Jesús, en intimidad con Él, como lo recordaba el Papa: están todos especialmente invitados a participar de la Jornada de los Celadores del próximo domingo 19 de septiembre en el Seminario a partir de las 11:00 hs. con la Santa Misa(ver Imagen)

Ese encuentro reemplaza la reunión mensual de septiembre, con lo cual nos volvemos a encontrar en el Monasterio de las Hermanas Carmelitas de Pueblo Esther, el 26 octubre Dios mediante. Allí compartiremos unos minutos de adoración a las 15: 30 hs y luego la Santa Misa con las Hermanas. El día de los Celadores en el Seminario daremos los datos que hacen a la disposición de la visita al Carmelo.

Que estas actividades de nuestra Pastoral queden bendecidas por la gracia del Señor. Hace muchos años la visita de los celadores era un gran acontecimiento para la arquidiócesis y afluían numerosos fieles de casi todas las parroquias al Seminario. ¡¡¡Por eso les pedimos que puedan invitar para esa jornada a los que deseen, sobre todo a los que compartan el amor por las vocaciones y la preocupación porque haya más sacerdotes!!!

En este boletín compartimos el testimonio del P Javier Pussetto, vicario del santuario “San Cayetano” de Rosario, que nos relata las cosas de su vocación y de su ordenación que todos celebramos el día del Sagrado Corazón de junio pasado. ¡Prometemos nuestras oraciones por él y le agradecemos su valioso testimonio!

P.David Rogani


Entrevista al P. Javier Pussetto, recientemente ordenado sacerdote

-¿Cómo fue el llamado que recibiste del Señor?

Yo recibí la fe de mis padres, y desde muy pequeño estuve en la Iglesia. Sin embargo nunca tuve ninguna inquietud seria sobre mi vocación hasta los 15 años, cuando ingresé a un grupo jóvenes en la Basílica San José. Al mismo tiempo conocí el Seminario y tuve mayor contacto con mi párroco y algunos otros sacerdotes y seminaristas, que me sorprendieron por su sencillez y cercanía, cosa que no había experimentado hasta el momento. Sin embargo, la primera pregunta sobre la vocación surgió en mí cuando uno de mis compañeros del grupo de la parroquia, quien hoy es el Padre Juan Pablo, ingresó al Seminario. Me di cuenta esa tarde de que el paso que Él y sus compañeros daban, era algo muy grande, y que si daban ese paso por Jesús, era porque por Él valía la pena darlo todo. Y quise eso mismo para mí. Conocí en ese momento a un sacerdote que me impactó mucho. Su presencia, sus palabras y su alegría me llenaron de admiración, y me dije a mí mismo: quiero ser como Él.

Dios me llevó a hablar con Él sobre lo que me pasaba, y comencé a visitarlo una vez al mes. Pero pasó un tiempo y el fervor inicial se fue apagando, me alejé de este sacerdote y al final me olvidé de todo; y continué el colegio y mi vida junto a mi familia, mis amigos y mi parroquia. Pero finalizando la secundaria y poniéndome Dios en la necesidad de plantearme el futuro, todo volvió a resurgir: yo sabía que había algo que tenía que resolver. Al año siguiente, tratando de olvidar la cuestión vocacional, comencé la carrera de Ingeniería en Sistemas en la facultad, pero casi al mismo tiempo me reencontré de casualidad con el mismo sacerdote que tanto me había impactado, y que hacía tanto tiempo que no veía. Finalmente el llamado de Dios me venció, me acerqué nuevamente a hablar con él y durante todo el año nos encontramos, rezamos juntos, compartimos actividades y me hizo reflexionar mucho. Luego vinieron los encuentros en el seminario en los que Dios me consoló mucho y fue disipando de a poco, tantos miedos que tenía, y que tanto daño me hacían.

Llegado el final del año, decidí que quería ingresar al Seminario, porque sabía que entregándome con confianza al Señor, pasara lo que pasara, él no me iba a dejar. Así fue, y sé que así va a ser siempre.

-¿Cómo se vivió esto que experimentabas entre tus familiares y amigos?

Si digo que lo tomaron mal, no diría la verdad. Pero lo cierto es que no fue fácil para ninguno de ellos. Mis amigos sabían que no me perdían, pero que yo no podría estar ya todo el día con ellos, como era hasta entonces. Y mis padres y mis hermanos no estaban muy seguros de mi decisión y tenían mucho miedo. Pero a pesar de que en un principio, sin oponerse ni contrariarme, no estaban muy contentos, comprendieron con el tiempo que era lo que yo quería y lo que Dios quería. Eso era lo más importante. Me vieron bien y alegre, y eso les dio mucha tranquilidad, porque eso es lo que ellos querían para mí. Finalmente hoy están muy felices con mi vocación.

-¿Qué considerás que fue muy importante para tu propia historia vocacional?

Lo decisivo siempre en la vocación es la persona de Jesús. Los modos de encontrarlo y de escuchar su llamado son distintos y únicos para cada persona. En mi caso tendría que hablar de tres lugares en los que fui descubriéndolo antes del seminario: Primero mi familia, en donde lo conocí y aprendí a amar; después en mi parroquia donde comencé a compartir la fe y la alegría de seguirlo; y por supuesto en los sacerdotes y seminaristas fieles y entregados, que me hablaron de Jesús con sus palabras y su vida, y que rezaron por mucho por mí.

-¿Cómo pueden resumirse los años de Seminario y la formación al sacerdocio?

Son años maravillosos y muy fecundos, en los que Dios va tomando de a poco nuestra vida: nos enseña a rezar, a trabajar, a estudiar, a vivir en comunidad, a disfrutar de la vida y de los demás... Pero como todo lo valioso, no es fácil, aunque hermoso. Por eso tendremos que rezar mucho por los seminaristas, y por el Seminario y sus formadores; y al mismo tiempo agradecer todas las gracias y bendiciones que el Señor regala a toda la Iglesia por medio del Seminario.

-¿Qué cosas destacarías del paso de Dios por tu alma el día de la ordenación? ¿Qué vivencias fueron más importantes en ese día y en el de tu primera misa?

Muchísimas cosas, pero quizás lo más hermoso es ver cómo Dios obra las cosas más grandes a través de los gestos más sencillos, y cómo lo más extraordinario sucede sin efectos especiales, ni grandes espectáculos, ni necesidad de cosas estruendosas. Fue muy lindo experimentar así que uno es muy pequeño, y que lo que recibí es puro don, pura obra de Dios que comenzó allí en la ordenación y permanece hasta la vida eterna.

Además llena el corazón darse cuenta de que uno no se presenta solo delante de Dios, sino unido a toda la Iglesia que intercede, los que peregrinamos, los que se purifican y los santos a quienes invocamos postrados en las letanías. ¡Qué consuelo llamarlos ahí cuando nuestra pequeñez se postra ante la grandeza de Dios y su obra!

Otra experiencia que fortalece mucho es la de saberse recibido por un presbiterio, y saber que los que ahora son mis hermanos sacerdotes, rezaron sobre mí llamando al Espíritu Santo, y me recibieron con la paz del Señor.

-¿Qué significa ser sacerdote hoy en el mundo?

Creo que lo mismo que siempre: ser presencia viva de Jesús. Sólo que al vivir hoy en un mundo que tiene tan poco espacio para Él, la presencia se hace más luminosa y, a la vez más contradictoria. Pero no por lo que valemos como personas, que es muy poco, sino por lo que somos como hombres de Dios, como instrumentos para ofrecer a Jesús y su perdón a los hermanos, como ministros de su Palabra, que es verdadera vida y sentido para todos los hombres, en un mundo donde parece reinar la muerte y la desesperación.

- ¿Cuáles son tus esperanzas para el ministerio sacerdotal?

Mi esperanza es ser fiel y hacer siempre la voluntad de Dios. Le pido que mi ministerio dé todo el fruto que Él quiera que dé. Que pueda llevar a muchos a Dios y también ser instrumento para que nuestro Seminario se llene de jóvenes generosos que lo quieran seguir hasta el final.

-¿Qué dirías a un joven que siente que Dios lo está llamando para el sacerdocio?

Le diría que no le tenga miedo a Dios, porque Él es muy bueno con aquellos a quienes llama. Que sepa que no hay nada ni nadie fuera de Dios por quien valga la pena darlo todo, y que hay mucha gente sedienta de Dios que lo necesita.

Le diría también que aunque el camino por el que seguimos al Señor Jesús conduce al Calvario, la cruz se carga junto con Él y su presencia es nuestra fuerza y alegría, las más grandes que se pueden experimentar. ¡Nunca se olviden que el final del camino no es la cruz, sino la gloria de la resurrección!

miércoles, 4 de agosto de 2010

Boletin Julio 2010

1)Queridos hermanos de las parroquias y de la Pastoral Vocacional:

La cosecha es abundante pero los trabajadores son pocos. Rueguen al Dueño de los sembrados que envíe más trabajadores para la cosecha. ¡Vayan! Yo los envío…” (cfr. Lc. 10,2-3). Así escuchamos que nos decía Jesús ,hace unos domingos atrás ,en la Liturgia de la Palabra. Si el mismo Jesús vio una cosecha abundante…¡¡cómo no seguir su pedido de rezar para que haya más obreros y así no se malogre el fruto de los sembrados!!

Con este firme propósito volvemos a encontrarnos a través de este medio para seguir reuniendo nuestros esfuerzos y súplicas al Señor de la mies, se pueda abundar en cosecha para la Vida Eterna y muchos tengan parte en la Vida del Cielo.

Les comparto algunas informaciones muy importantes:

-Jornada de Celadores y Celadoras: se va a realizar el próximo domingo 19 de septiembre en el Seminario.

A las 11: 00 hs. se celebrará la Santa Misa, y luego del almuerzo a la canasta, el grupo de teatro integrado por seminaristas, representará una obra. Finalizada la misma haremos unos minutos de adoración al Santísimo como cierre de la Jornada. Están todos invitados y si alguien quiere sumarse a la Obra de las Vocaciones de la parroquia puede hacerlo ese día; o también podemos invitar a otros. Desde ya rezamos por los frutos de dicho encuentro. ¡Celebremos con alegría ese día yendo al seminario para compartir la fe con nuestros futuros pastores y conocer más a los seminaristas!

-Retiros vocacionales: el P. Marcos Salarín nos hace conocer las fechas de los dos retiros para los jóvenes que tengan dudas o inquietudes sobre el llamado que Dios pueda hacerles a seguir la vida sacerdotal. Se realizarán los días 3,4 y 5 de septiembre y 5,6 y 7 de noviembre en el Seminario. Ante cualquier consulta pueden llamar al P. Marcos (4917396)o a mí(03476-494258 o también dirigiéndose a daluro73@yahoo.com .ar ). (Se necesita la presentación del cura párroco)

En este boletín compartimos la palabra del P. Darío Lambertucci, vicario de la pquia. “San Martín de Porres” de Rosario, que nos habla de la historia de su vocación y de su ordenación que todos celebramos el día del Sagrado Corazón de junio pasado. ¡Que Dios nos conceda nuevas vocaciones como lo llamó a él!

P. David Rogani

Entrevista al P. Darío Lambertucci, recientemente ordenado sacerdote

-¿Cómo fue el llamado que recibiste del Señor?-Hoy, puedo mirar mi vida hacia atrás, y ver cómo Dios desde pequeño me fue atrayendo con lazos de amor. Mis padres (que no eran de ir a misa o de rezar conmigo) por gracia de Dios me enviaron a un colegio parroquial, donde desde niño empecé a conocer y amar a Dios. Así mi vida de fe y de oración fue creciendo. Luego fui coordinador de monaguillos, donde el estar cerca del altar y de los sacerdotes me fue cultivando día a día. También participé de la Renovación Carismática donde he aprendido entre tantas cosas la cercanía y la escucha de la Palabra. Así cada día preguntaba al Señor que quería de mí hasta que en el año 2001 sentía muy fuerte el llamado de Dios a seguirlo.

-¿Cómo se vivió esto que experimentabas entre tus familiares y amigos?- En la familia fue muy difícil, pero nunca encontré su negación .Aunque no estaban de acuerdo, siempre me dieron libertad y su apoyo incondicional. Dios con el tiempo fue obrando en sus vidas y cambiando sus ideas hasta que en el día de hoy están muy felices de tener a su hijo sacerdote. En lo que respeta a mis amigos, gracias a Dios, siempre me han dado su apoyo y nunca me han dejado de lado .Al contrario siempre muy bien con ellos.

-¿Qué considerás que fue muy importante para tu propia historia vocacional?-En mi propia historia vocacional fue muy importante el colegio “José Razzetto” que ha sido un gran instrumento que Dios ha utilizado para hacerme conocer su amor y su voluntad. También fue muy importante el ejemplo de los sacerdotes de mi comunidad. Realmente en cada uno de ellos fui aprendiendo muchas cosas, la fidelidad, la entrega, la alegría de ser instrumentos de Dios, etc. Y por supuesto la oración de tantísimas personas que a diario rezan por las vocaciones.

-¿Cómo pueden resumirse los años de Seminario y la formación al sacerdocio?-Los años del Seminario fueron un estar con Jesús para luego poder ser enviado a mis hermanos. Han sido años de muchas gracias y bendiciones, donde he podido crecer en mi amor y mi entrega a Jesús, en mi vida espiritual y como persona… En el Seminario he vivido ocho años de alegrías y cruces, pero sobre todo puedo decir que he encontrado otro hogar, donde los sacerdotes han sido verdaderos “padres” y los seminaristas mis hermanos, con muchos de ellos hoy somos hermanos en el sacerdocio. Cada vez que regreso, experimento que es un regreso a casa.

-¿Qué cosas destacarías del día de la ordenación? ¿Qué vivencias fueron más importantes en ese día y en el de tu primera misa?-Es difícil expresar con palabras el paso de Dios por mi alma. Lo que sí puedo contar es que Dios me ha regalado un don tan grande que siento que me desborda por todos lados, que me sobrepasa y no lo puedo abarcar. Cada momento de la ordenación fue muy especial y lo viví intensamente. Pero sobre todo en las letanías de los santos, donde sentí que no estoy solo, que cada uno de ellos está intercediendo por mí. Fue muy intenso el momento de la oración consecratoria, donde fui ordenado sacerdote para siempre. Otro de los momentos intensos fue la unción con el santo crisma: saber que estas manos que son ungidas, son las que consagraran el pan y el vino. Y así podría seguir con cada rito. La primera misa en Cañada de Gómez, ha sido muy emotiva. Esa misma parroquia, que me vio crecer en mi vida de fe, abrió sus puertas para recibirme como sacerdote. En ese altar donde tantísimas veces se ha celebrado la Eucaristía, esa vez era yo el sacerdote que celebraba la misa. En esos momentos veía cuanta gracia Dios regala no sólo al que se ordenó sacerdote, sino también a los familiares, amigos, la comunidad y la Iglesia toda. Poder celebrar la Misa en mi parroquia parecía otro sueño, poder consagrar y distribuir el pan de la Eucaristía fue algo que no se puede expresar con palabas humanas.

-¿Qué significa ser sacerdote hoy en el mundo?-Creo que ser sacerdote hoy en el mundo es estar configurado con Cristo Buen Pastor, que sacia la sed y el hambre de la gente. La gente, aunque a veces no parezca, tiene mucha sed y hambre de Dios, y el sacerdote, a ejemplo de Jesús, tiene que estar para saciar a las gentes, llevar consuelo, salud, perdón, etc. Ser sacerdote es muchas veces abrazar la cruz y seguir el ejemplo de Jesús. Es dar la vida por Dios.

- ¿Cuáles son tus esperanzas para el ministerio sacerdotal?-Mi esperanza para el ministerio sacerdotal es en primer lugar poder llegar a ser un sacerdote santo, santificándome cada día a través del ejercicio del ministerio y también hacer que muchos alcancen la santidad. También espero poder ser instrumento de Dios para los jóvenes que tanto lo necesitan.

-¿Qué dirías a un joven que siente que Dios lo está llamando para el sacerdocio? -Al joven que pueda estar sintiendo el llamado de Dios les diría las mismas palabras con la que el Papa Juan Pablo II iniciaba su ministerio: “No tengan miedo, abran su corazón a Dios que no quita nada, sino que lo da todo” .Dios al llamarnos a ser sacerdotes, no nos quita nada al contrario, nos da el ciento por uno. Es hermoso ser ese instrumento de Dios para poder hacer que una criatura por medio del bautismo pueda ser hijo de Dios; de poder perdonar los pecados y absolverlos, logrando así su reconciliación con Dios; de poder celebrar el matrimonio y ser ese testigo del amor del varón y la mujer; de poder dar la unción y hacer que ese enfermo reciba el consuelo, la fortaleza y se una a Cristo sufriente; de poder consagrar el pan y vino que se convierte en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. ¡Joven no tengas miedo Dios te dará su gracia y te colmará de sus dones… animáte Dios espera tu respuesta!


¿Por qué no ser sacerdote?

SERVICIO DE ASESORAMIENTO VOCACIONAL ON LINE

Estimado lector: te invitamos a que te sumes a este servicio que intenta de un modo anonimo, discreto y profesional poder ponernos en contacto con vos, y ser un primer interlocutor para poder acompañarte en dudas vocacionales, orientación o para profundizar algun aspecto de tu espiritualidad. Tambien para ayudarte a organizar la obra de vocaciones en tu parroquia. Gracias. Contacto: pvrosario@gmail.com

Vocacion Sacerdotal - Señor Danos Sacerdotes Santos

IMAGENES DE NUESTRO SEMINARIO ARQUIDIOCESANO SAN CARLOS BORROMEO